La primera vez que comí este kuchen me sorprendió el color dorado del frangipane - una masa liviana en base a huevo y almendras - que además tiene un sabor y una textura muy agradable. Se puede preparar con mitades de pera peladas y sin corazón o con trozos de manzana.
Masa
200 g de harina
90 g de mantequilla
100 g de azúcar
1 1/2 cucharaditas de polvos de hornear
1 huevo
En un bowl mediano poner todos los ingredientes. Con un cortador de masas trozar la mantequilla sobre los otros ingredientes, hasta tener cubos de menos de 1 cm de diámetro. Con las manos unir la masa y montar sobre un molde de tarta o de pizza, cubriendo el fondo y los lados con la masa.
Relleno
1 taza de almendras molidas con trozos de 1-2 mm
85 g de mantequilla a temperatura ambiente
1/3 taza de azúcar
1 huevo
4 manzanas verdes pequeñas o 3 grandes, peladas, sin centro y cortadas en láminas
1 cucharada de mantequilla derretida
1 cucharada de jugo de limón
Pre-calentar el horno a 200ºC. Batir las almendras + mantequilla + azúcar. Una vez que se forme una crema suave agregar el huevo. Montar esta pasta (frangipane) sobre la masa cruda. Sobre el frangipane montar las manzanas y pintarlas con la mantequilla derretida con el jugo de limón. Llevar al horno por 25-30 minutos, hasta que el frangipane esté dorado. Enfriar completamente antes de servir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario