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sábado, 17 de noviembre de 2012

Kuchen de manzana y arándano

Este kuchen es una adaptación libre de una receta del sur de Chile. Es una masa crujiente con manzana rallada o en trozos. He preparado 2 veces esta receta. La primera vez no logré que el relleno cuajara, pero al dejar un trozo en el refrigerador mi hermana descubrió que al segundo día si se podía cuajar. En el segundo intento agregué pan rallado para absorber el exceso de humedad.


Masa


100 g de azúcar granulada
125 g de mantequilla
1 huevo
250 g de harina
2 cucharaditas de polvos de hornear
ralladura de 1 limón


Preparación


Pre-calentar el horno a 180°C. Batir la mantequilla con el azúcar. Una vez que se forme una pasta uniforme, agregar el huevo y batir. Sobre la mezcla cernir los ingredientes secos. Agregar la ralladura de limón y batir. Poner sobre un molde de pizza de teflón (33 cm de diámetro, enmantequillado), cubriendo los lados y el fondo. Para no derretir la mantequilla, usar una paleta de goma o un tenedor, aplicando una delgada capa de harina para que no se pegue la masa a la herramienta para formar la masa. Llevar al horno por 10 minutos, hasta que el borde esté dorado.


Relleno


70 g de pan rallado
4 manzanas grandes (700 g luego de pelar y retirar los centros)
250 g de crema (35% de materia grasa)
2 yemas
70 g de azúcar
1 cucharada de maicena (almidón de maíz)
1 cucharadita de azúcar flor
1 cucharadita de canela
1/2 cucharadita de cardamomo molido
100 g de arándanos


Preparación


Rallar el pan y poner sobre la masa pre-cocida. Pelar y retirar los centros de las manzanas. Rallarlas a lo largo y poner sobre el pan rallado. Batir las yemas, crema, azúcar, maicena, azúcar flor, canela y cardamomo por 2-3 minutos, hasta que espese. Vaciar el batido sobre las manzanas y repartir uniformemente con una espátula. Poner los arándanos sobre el batido. Llevar al horno a 180°C por 45 minutos, hasta que la masa esté dorada y el relleno esté ligeramente dorado. Retirar del horno y enfriar 1 hora sobre el mesón y 4 horas en el refrigerador antes de servir.

sábado, 10 de noviembre de 2012

Bombones de mantequilla de maní

Nota del cocinero (Nico): Peligro - ¡Bombones Adictivos!

Nicolás preparó estos bombones para compartir con sus amigos. Es una receta muy simple, sin aplicación de calor (excepto por el chocolate, pero solo se derrite a 45°C, temperatura que no quema en caso de exposición accidental a la materia prima). Ya que no hay cocción en el proceso, es una receta adecuada para que cocinen los niños y así puedan aprender técnicas básicas de medición. Esta receta es para preparar unos 14 bombones de 1.5-2 cm de diámetro.


Ingredientes


1 cucharada de mantequilla
2 cucharadas de mantequilla de maní
1/2 taza de coco rallado
1/4 taza de nueces molidas finas
1/2 taza de azúcar flor
1 cucharada de agua (opcional)
70 g de chocolate de cobertura (Ambrosoli Molder Choc).


Preparación


Poner todos los ingredientes (excepto el agua y el chocolate) en un bowl. Si se usa una batidora de pedestal, con el aspa de masas blandas. Batir hasta que se logre una mezcla homogénea (2-3 minutos). Si la mezcla está disgregada (ver foto 1 abajo), agregar 1 cucharada de agua; si se formara una masa integrada (ver foto 3 abajo), omitir el agua.

Tomar trozos de la masa y formar bolas de media cucharada. Poner sobre un plato grande cubierto con film plástico (alusaplast), el cual se afirma en los bordes para que quede bien tenso. Este film evita que se peguen los bombones al plato. Llevar al refrigerador por una hora.

Derretir el chocolate de cobertura a baño maría. Una vez que el chocolate esté fluido, retirar la olla base del fuego y comenzar a recubrir las bolitas. Dejar caer una bolita de masa en el chocolate y rotar con pinzas de hielo; retirar y poner sobre el film plástico. Repetir el proceso con el resto de las bolitas. Llevar al refrigerador por 1 hora. Una vez que los bombones están fríos es conveniente almacenarlos en un recipiente plástico hermético, en el refrigerador. Para servir los bombones, retirarlos del refrigerador y dejar que lleguen a temperatura ambiente (20-30 minutos). Estos bombones se conservan bien en refrigeración por un máximo de 3-4 días.

1. - La receta -

2. - El relleno seco, antes de agregar el agua -

3. - El relleno con la consistencia ideal, que se separa de las paredes del bowl y se integra en una masa firme -

martes, 6 de noviembre de 2012

Crema de lechuga escarola

Mi amiga Karina preparó esta crema de lechuga para un concurso culinario. Lamentablemente solo logró una mención honrosa, porque otros platos tenían mejor presentación y eran también muy novedosos. La receta original era para una sopa más líquida y optamos por preparar una versión más densa y convertirla en una crema. La consistencia se obtiene por la adición de papas y la gran cantidad de verdura que lleva esta preparación. El toque de distinción lo entrega una especia de la familia del comino - alcaravea - que se puede reemplazar por semillas de cilantro o de hinojo si no se lograra encontrar el ingrediente original.


Ingredientes


2 cucharadas de aceite de oliva
2 cebollas medianas cortadas en cubos
2 cucharaditas de sal de mar aromatizada con merkén
1/4 cucharadita de pimienta
1 cucharadita de comino alemán molido (semillas de alcaravea - Latín: Carum carvi - Inglés: "caraway")
1 litro de agua
500 g de lechuga escarola picada (1 cabeza grande o 3 pequeñas)
2 dientes de ajo
2 1/2 tazas de rebanadas de papa
1 1/4 tazas de queso parmesano rallado grueso


Preparación


En una olla grande poner el aceite, cebolla, sal y especias. A fuego fuerte dorar la cebolla por 3-4 minutos y luego agregar el agua, lechuga, ajo y papa. Tapar la ollla y cocinar a fuego fuerte por 20 minutos, revolviendo frecuentemente, o a fuego bajo por 30 minutos. Retirar del fuego y moler con una juguera de inmersión (minipimer). Justo antes de servir agregar el queso rallado. Servir caliente.

Esta crema se conserva bien por 24 horas en refrigeración.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Crema de zapallo

Esta es la solución para los hijos mañosos que se rehúsan a comer verdura... esta crema es mágica, porque en ella puedo "esconder" todo tipo de verduras. De esta forma logro que Nicolás coma algo de verdura, tarea titánica en estos días... La versión esta crema en la foto tiene cebolla, zanahoria, zapallo, papa y leche. Sin embargo, esta misma crema la preparo con lo que tenga a mano (siempre con el zapallo como ingrediente principal), alternando solo un ingrediente con sabor intenso (1-2 dientes de ajo o 1 pimentón rojo, o 1 taza de apio o 1 taza de acelga).


Ingredientes


1 cucharada de aceite
1 cebolla
1 cucharadita de sal de mar aromatizada con merkén
1/4 cucharadita de pimienta molida
2 zanahorias
500 ml de agua
250 g de zapallo (300 g con semillas y piel)
1 papa mediana
200 ml de leche entera
5 cucharaditas de queso parmesano rallado


Preparación


Pelar la cebolla y picarla en cubos de 5 x 5 mm. Pelar las zanahorias y cortarlas en cubos 1 x 1 cm. Pelar la papa y cortar en rebanadas de 5 mm de espesor. Pelar el zapallo y descartar las semillas y pulpa. Cortar en cubos de 2 x 2 cm.

En una olla de 3 litros, freír a fuego medio la cebolla en el aceite con la sal y pimienta, revolviendo cada 30 segundos por unos 5 minutos. Una vez que esté dorada, agregar la zanahoria y saltear 2 minutos, revolviendo constantemente. Agregar el agua, zapallo y papa. Tapar la olla y cocinar por 20 minutos, hasta que las papas estén blandas. Apagar el fuego y dejar reposar 5 minutos. Con una juguera de inmersión (minipimer) moler todos los ingredientes hasta formar una crema espesa. Justo antes de servir, agregar la leche fría y batir por 1 minuto (al usar leche fría la crema adquiere en forma automática la temperatura óptima para tomarla sin quemarse). Luego de servir, espolvorear 1 cucharadita de queso rallado sobre cada pocillo.

No recomiendo recalentar esta sopa, porque la leche tiende a formar grumos y se pierde la consistencia cremosa. Si se requiere preparar con anticipación, dejar cocidas y molidas las verduras. Cinco minutos antes de servir, recalentar a fuego fuerte y luego agregar la leche (sin retornar el fuego), revolviendo con un batidor de mano o nuevamente con la juguera de inmersión.