Esta receta me la enseñó Bill Kelly, un amigo que falleció a los 76 años. En los últimos meses antes de su muerte nos invitó a cenar varias veces y en cada ocasión con otros 4 amigos preparábamos una cena gourmet. Normalmente yo me encargaba del postre. Bill preparó el chop suey en 4 woks muy calientes. El secreto del éxito está en freir a una altísima temperatura pequeñas cantidades de verdura o carne, para que queden dorados por fuera y crujientes por dentro. Se conserva así la humedad y la textura del producto crudo, pero con el sabor de las especias y el color dorado por fuera.
Ingredientes
500 g de carne de vacuno (posta negra)
1 cebolla cortada en pluma
1 zanahoria cortada en juliana (tiritas largas de 2 x 2 mm de espesor)
1 pimiento rojo cortado en tiras largas de 4 mm de espesor
300 g de repollo cortado en tiras de 5 mm de espesor
30 g de jengibre fresco, pelado
2 dientes de ajo
1/4 taza de salsa soya
1 cucharadita de sal
1/2 cucharadita de ají seco en escamas
5 cucharadas de aceite
1 cucharada de azúcar rubia
1 cucharada de tomate concentrado (35º Brix)
1/2 taza de agua
2 cucharadas de maicena (almidón de maíz)
Preparación
Cortar la carne en tiritas de 1 x 5 cm. En un procesador de alimentos moler el ajo, jengibre, ají en escamas, 1/8 taza de salsa soya y 1/8 de la cebolla; agregar sobre la carne y marinar por 1 hora. Preparar las verduras en bowls pequeños, separando cada ingrediente. Poner en un wok 1 cucharada de aceite y freir por 1-2 minutos a fuego fuerte la carne; revolver vigorosamente durante el proceso de fritura. Retirar del fuego y guardar en un bowl tapado, para conservar del calor. Freir en secuencia los otros ingredientes, agregando pequeñas cantidades de sal. Disolver en el agua la maicena, 1/4 taza de salsa soya, el concentrado de tomate y el azúcar. Finalmente juntar todos los componentes en el wok y agregar la mezcla con maicena. Calentar a fuego fuerte por 2-3 minutos y servir con arroz.