Masa
5 g de polvos de hornear
200 g de harina
100 g azúcar
90 g de mantequilla
1 huevo
Relleno
4 huevos
1 clara de huevo
1 tarro de leche condensada azucarada
500 g de queso fresco
1 cucharadita de vainilla
160 g de arándanos frescos
Preparación
En un bowl mediano poner todos los ingredientes de la masa. Con un tenedor o con un cortador de masa romper la mantequilla. Cuando la mantequilla tenga trozos de menos de 5 mm, amasar con las manos por 1 minuto, sólo hasta formar una masa homogenea. Cubrir el mesón con 2 franjas de alusaplast (plástico transparente), formando un rectángulo de unos 50 x 50 cm. Poner la masa sobre el plástico; espolvorear un poco de harina sobre la masa y uslerear hasta formar un círculo de unos 42-45 cm de diámetro. Es recomendable poner un poco de harina sobre el uslero para evitar que la masa se pegue. Levantar el plástico con la masa; dar vuelta sobre un molde desmontable de 38 cm de diámetro. Ajustar la masa al fondo y los lados, recortando los excesos de masa y rellenando los espacios vacíos. Refrigerar por unos 20 minutos, mientras se prepara el relleno; este paso evita que los bordes de la masa se bajen durante el horneado.
Pre-calentar el horno a 200ºC. Lavar los arándanos sobre un colador y escurrir bien. Poner la fruta sobre la masa. Poner todos los ingredientes del relleno (excepto la fruta) en una juguera; homogenizar por 1-2 minutos. Verter el batido sobre la fruta; acomodar los arándanos para que queden distribuidos uniformemente (este paso es importante para evitar peleas posteriores de los comensales...). Hornear por 45-50 minutos, hasta que la masa esté dorada, la superficie del küchen también; al mover el molde el relleno no se debe mover como una jalea, sino debe estar firme. Enfriar al menos 1 hora antes de servir.