Ingredientes
500 g de papas blancas
1 cucharadita de sal para cocer las papas
3 cucharadas de mantequilla
4 cucharadas de harina
2 tazas de leche
1/4 cucharadita de nuez moscada molida
1/2 cucharadita de sal
1 cucharadita de herbes de Provence
50 g de queso mantecoso (rallado grueso)
Preparación
Lavar las papas con una escobilla. Cocer las papas con cáscara en abundante agua con sal por 15-20 minutos, hasta que se pueda enterrar un cuchillo con cierta dificultad, pero se pueda atravesar hasta el lado opuesto de la papa. El punto de cocción tiene que ser un poco más firme que papas para ensalada, ya que hay que poder cortarlas en rebanadas finas de 2-3 mm de ancho.
Preparar una salsa blanca derritiendo en una olla salsera la mantequilla. Luego agregar la harina y bajar a fuego medio. Agregar las especias y sal. Revolver constantemente y agregar leche hasta cubrir el fondo de la olla con una delgada capa blanca. Integrar la leche y luego repetir estos pasos hasta completar las 2 tazas (500 ml). Seguir revolviendo hasta que tenga la consistencia de una crema espesa.
Pre-calentar el horno a 230°C. Enmantequillar una budinera resistente al calor. En el fondo de la fuente poner 5 cucharadas de salsa blanca. Dividir las rebanadas de papa en 4 grupos de igual tamaño. Poner capas de papa alternadas con salsa blanca y terminar con salsa blanca. Agregar el queso mantecoso rallado. Llevar al horno por 15 minutos, hasta que la superficie del queso esté dorada y se vean burbujas saliendo desde el fondo y los lados de la fuente. Servir caliente, como acompañamiento de carnes blancas o pescado.