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sábado, 3 de julio de 2010

Popovers de queso


Estos panecillos ligeros son un clásico del desayuno y del brunch en EEUU. Requieren de ingredientes muy simples. El único detalle que a veces causa dolores de cabeza es saber cuando sacarlos de horno. Aún cuando se pueden recalentar, es mejor preparar los que uno piensa que se pueden comer en forma simultánea, porque pierden su "gracia" al día siguiente... estos panecillos se desinflan a los pocos segundos de sacarlos de horno. Lo ideal es servirlos muy calientes, recién horneados, aún cuando los comensales se quemen los dedos.


Ingredientes


1 taza de harina
1/2 cucharadita de sal
1 1/4 tazas de leche entera
2 huevos
1 cucharada de mantequilla derretida
100 g de queso mantecoso


Preparación


Pre-calentar el horno a 250°C (horno fuerte). Preparar 12 moldes de queques individuales - si son de teflón o aluminio, untar los bordes y el fonde con mantequilla y agregar una delgada capa de harina, agitando para cubrir todos los lados. Eliminar el exceso de harina con un golpe por el fondo de los moldes. Durante el horneado la masa "trepa" sobre los bordes del molde, por lo que es importante que está cubiertos en forma homogenea con mantequilla y harina. Si se usan moldes de silicona no es necesario agregarles mantequilla ni harina, ya que el material permite que la masa trepe sin ayuda, y también evita que se peguen en el fondo o los lados.

Cortar el queso en 12 cubos de igual tamaño.

Mezclar la harina con la sal en un bowl mediando. En otro bowl batir ligeramente los huevos con la leche y la mantequilla derretida. Agregar el batido sobre la harina y revolver rápidamente. Vaciar sobre los moldes, dejando cerca de 1/4 de cada molde con batido. En el horneado la masa aumenta 4-5 veces su volumen, por lo que no se puede agregar más batido que esa cantidad en cada molde. Agregar un cubo de queso en cada molde, flotando sobre el batido.


Llevar al horno pre-calentado por unos 35-40 minutos, hasta que sobresalgan 1-2 cm de la parte superior del molde y estén dorados. Servir muy calientes, recién sacados del horno. Estos panecillos se desinflan a los pocos segundos y son casi completamente huecos. En su interior se forma una delgada película de masa en un estado de gel, y el queso queda en el fondo y en la parte superior. Si uno quiere que no se desinflen, se pueden dejar 30 minutos más en el horno apagado, hasta que se sequen completamente. Mi preferencia es servirlos muy calientes y no darles el secado final, ya que se pierde la consistencia gelatinosa en su interior.

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