Masa
1 cucharada de levadura granulada
1 taza de leche entera
1/2 taza de azúcar
3 huevos
5 1/5 tazas de harina
1/2 cucharadita de nuez moscada
Ralladura de 1 naranja
1/2 taza de mantequilla
Relleno
90 g de azúcar
90 g de mantequilla
2 cucharaditas de canela
2 tazas de nueces picadas
Cobertura
2 yemas
1 cucharada de leche
Preparación
Disolver la levadura en la leche (tibia). Agregar el azúcar y dejar reposar 5 minutos. Agregar la mitad de la harina y el resto de los ingredientes. Mezclar bien y agregar el resto de los ingredientes. Agregar lentamente el resto de la harina hasta formar una masa algo más ligera que la de masa de pan. Amasar 10 minutos a mano o 3 minutos con una batidora de pedestal. Tapar el bowl con un film plástico y dejar reposar hasta que
se doble el volumen (2 horas en verano, 4 en invierno).
Preparar relleno mezclando la canela + azúcar + mantequilla en un bowl resistente al calor. Derretir en el horno microondas en potencia descongelar por 1 minuto. Revolver con una cuchara.
Espolvorear harina sobre el mesón y estirar la mitad de la masa con un uslero, hasta formar un rectángulo del porte de la lata del horno. Poner la mitad del relleno sobre la superficie de la masa. Agregar la mitad de las nueces picadas. Formar un rollo de masa y luego cortar en 16 trozos de aproximadamente 2 cm de ancho. Poner los rollitos sobre una placa de silicona o papel mantequilla. Pintar con la mitad del betún, cubriendo la parte superior y los lados.
Repetir el procedimiento con la otra mitad de la masa y relleno.
Cubrir los rollitos con film plástico y luego con un paño. Dejar leudar en el refrigerador toda la noche. En la mañana retirarlos del refrigerador. Luego de 30 minutos, calentar el horno a 200° y hornear una lata a la vez, por 25 minutos, hasta que los rollitos estén dorados.
Retirar del horno y dejar enfriar 5 minutos. Luego remover los rollitos con una espátula para terminar de enfriarlos sobre una rejilla de metal. Cuando estén completamente fríos, guardar en una caja hermética a temperatura ambiente. Se conservan bien por 1-2 días sin refrigeración, o por varias semanas congelados en bolsas herméticas de plástico.